Mensaje del Día Mundial
del Teatro 2020 (AATCUENCA)
El 27 de marzo, celebramos el Día Mundial del
Teatro, una celebración que este año tendrá en España un significado muy
especial debido a la actual situación de excepcionalidad que vive el país.
La necesidad de seguir construyendo una
sociedad más culta, que sin duda es una sociedad más igualitaria. Hoy nuestra
intención es mantener el optimismo y esperar que esta epidemia pase. Para poder
volver a los escenarios a ejercer el oficio que hemos aprendido y amamos.
La mayor enseñanza del teatro
sea la certeza de que la ficción no depende solo de quién la interpreta sino
también de quien la escribe, quien la produce, quien la ilumina y diseña. Hoy
día Internacional del Teatro, con los espacios cerrados queremos honrar a todos
los que hacen posible las artes en vivo.
Celebremos
el día Internacional del teatro en casa, esperando con responsabilidad cívica
que esta pandemia acabe. El Teatro esta vivo y pronto volveremos a
disfrutar de él con la ASOCIACIÓN AMIGOS DEL TEATRO DE CUENCA en su 25
Aniversario de la Programación de Teatro en Primavera y Otoño (1995-2020). Hoy
están suspendidos todos nuestros actos para celebrar este día maravilloso del
TEATRO
Para esta celebración
de 2020, el Mensaje del Día Mundial del Teatro lo firma Shahid Mahmood Nadeem,
periodista paquistaní, dramaturgo, guionista, director de teatro y televisión,
y activista de derechos humanos. Reproducimos a continuación la traducción al
castellano del texto (versión resumida).
EL
TEATRO COMO SANTUARIO (RESUMEN)
Al final de una
representación de la obra de teatro de Ajoka sobre el poeta sufí Bulleh Shah,
un anciano, acompañado por un niño, se acercó hasta el actor que había
interpretado el papel del gran sufí. "Mi nieto no se encuentra bien,
¿podría bendecirlo?", dijo. El actor se sorprendió y contesto: "No
soy Bulleh Shah, solo soy un actor que interpreta el papel". El anciano
entonces contestó: "Hijo, no eres un actor, eres una reencarnación de
Bulleh Shah, su Avatar".
De repente, se nos
ocurrió un concepto completamente nuevo de teatro, donde el actor se convierte
en la reencarnación del personaje que interpreta.
Explorar historias
como la de Bulleh Shah, historias como ésta existen en todas las culturas y
pueden convertirse en un puente entre nosotros, los creadores de teatro, y una
audiencia desconocida pero entusiasta.
Mientras actuamos en
el escenario, a veces nos dejamos llevar por nuestra filosofía del teatro, en
nuestro papel como precursores del cambio social a veces dejamos atrás a gran
parte de la comunidad.
En nuestro compromiso
con los desafíos del presente, nos privamos de las posibilidades de una experiencia
espiritual profundamente conmovedora que el teatro puede proporcionar.
En el mundo de hoy
donde la intolerancia, el odio y la violencia están en aumento, nuestro planeta
se está hundiendo cada vez más en una catástrofe climática, necesitamos reponer
nuestra fuerza espiritual.
Necesitamos luchar
contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la avaricia y el desprecio por el
mundo en que vivimos, por el planeta en el que vivimos.
El teatro tiene un
papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla
a levantarse antes de que caiga en un abismo.
El teatro puede
convertir el escenario en un templo, el espacio de actuación, en algo sagrado.
En el sur de Asia, los artistas tocan con reverencia el piso del escenario
antes de pisarlo, una antigua tradición en la que lo espiritual y lo cultural
estaban entrelazados.
Es hora de recuperar
esa relación simbiótica entre el artista y el público, el pasado y el futuro.
Hacer teatro puede ser un acto sagrado y los actores pueden convertirse en los
avatares de los roles que desempeñan.
El teatro tiene el
potencial transformador de convertir la escena en un santuario y ese santuario
en un espacio de actuación.
Instituto
Internacional de Teatro ITI. Organización Mundial para las Artes de la Escena.